martes, 6 de mayo de 2014

Esta es mi historia

Supongo que como muchas niñas  de los 80, mis juguetes eran las barriguitas, el nenuco y baby feber. Así que creo que desde pequeñas nos predisponen a querer ser madres. Desde luego conmigo funcionó a la perfección porque es algo que siempre tuve claro, quería ser madre, y no penséis que soy de las que creían en los cuentos de hadas, para nada. No sabía si encontraría pareja, me parecía muy difícil eso del vivieron felices y comieron perdices, sin embargo sabía que quería ser mamá. Evidentemente la prioridad era labrarme un futuro y luego ya plantearmelo, ¡Incluso había pensado en la inseminación artificial de un donante!.

El caso es que en el camino, que no fue fácil y estuvo lleno de piedras pero encontré al que hoy es mi marido y con el que digo orgullosa que "creo" haber encontrado el hombre de mi vida, amigo, amante confidente y compañero. Y como me salió más tradicional de la cuenta, acabamos en boda.


Unos meses después y antes de lo que habíamos planeado ser padres, me entró la prisa, yo tengo SOP (síndrome de ovario poliquístico) así que no había tiempo que perder, nos casamos en 2012 así que nuestro proyecto de ser padres queríamos dejarlo para el 14 ó 15, me asusté pensando que nos podía costar mucho y llevarnos años conseguirlo, así que le propuse empecé a intentarlo sin estres ni presiones y a ver que pasaba... La sopresa fué mayúcula cuando un mes más tarde resulta que ¡¡Estaba embarazada!!, por desgracia aquel embarazo (hace justo un año) no pudo ser, ya sea porque no era el momento, porque algo no iba bien o por culpa de alguien que me estaba dando problemas legales por aquel entonces.

¿Que supone un aborto involuntario? Son tantos sentimientos acompañados de problemas físicos que merecen página aparte.

Y entonces la sensación de prisa y agobio creció, aumentó hasta niveles insospechados, me recomendaron esperar un periodo para volver a intentarlo, pero este no llegaba, ni un mes, ni al otro, ni al otro, mi problema de ovarios estaba diciéndome "aquí estoy".

Ya estábamos de lleno en Navidades. Desanimada y triste porque no había resultados pero esperanzada con que quizá las próximas navidades podría lucir barriguita. Sólo una cosa me atormentaba, mi regla había vuelto a desaparecer para Año Nuevo ya llevaba 6 días de retraso. Mi angustia se daba de patadas con el pragmatismo de mi marido "hazte un test, puede que estés embarazada", yo me negaba a aquella posibilidad, no quería un nuevo chasco pero era lógico hacérmelo así que ese día antes de ir al cine lo compramos y me lo hice en una cafetería.

Enseguida comenzó a marcarse la segunda rayita.


Fue una sensación muy rara de un momento a otro todo mi mundo comenzaba a cambiar, una mezcla de alegría y temor a no volver a pasar por lo mismo.

El caso es que aquel día de Año Nuevo de 2014, en una sala de Yelmo Cineplex, viendo la Desolación de Smog, había una pareja muy muy feliz.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena! Creo que no olvidarás ni los cines, ni la película en tu vida.

    ResponderEliminar
  2. Ay! Menuda historia! Siento mucho lo de tu primer embarazo... y me alegro mucho del nuevo! Seguro que va estupendo.
    Nosotros también fuimos al cine. Nuestra película fue Hell Boy II. Curiosamente, Hell Boy fue la primera peli que vimos juntos. :-)

    ResponderEliminar

Espero con ilusión vuestros comentarios, ellos enriquecen este blog